23.10.12

Approximate continuum comics

Muchos conoces a Lewis Trondheim aunque no lo conozcan. Es el responsable de la inmesamente famosa "historias de una mosca". Ya saben, esa que empezaba con la mosca naciendo en un basurero y que nunca hablaba. Muchos en México la vieron en el Canal Once o en otro lugar en la televisión. Pues bien, muchos no saben que Trondheim es uno de los engranes de L'Association. El sello editorial independiente que revolucionó el mercado francés y el mundial con su famoso Persépolis. Junto con La mouche, la mosca, Trondheim ha tenido mucho éxito con Dungeon y Lapinot. En otras palabras, es un exitoso creador de la bande desineé, el cómic francés. En otras palabras, es asquerosamente rico...probablemente.

     Trondheim es un autor altamente introspectivo y siempre realiza dibujos en donde representa todo su alrededor como animales antropomórficos. De estas reflexiones nació Approximate Continuum comics, libros que ahora les reseñamos (que es de Fantagraphics y costó una cantidad obscena de dinero, sniff).
     El ejercicio de reflexión a través de la historieta no es algo nuevo pero sí muy esparcido en las última décadas. Podemos ver a varios autores retratar su propia vida en las viñetas y hacer brillantes libros de sus propias tribulaciones. Algunos de ellos son felices, otros dubitativos, depresivos, imbéciles como Chris Ware o de varios modos. La autobiografía, si es que le podemos llamar así, es un género ya muy solicitado por los autores del cómic.
En Approximate continuum comics vemos al Trondheim que todavía está a un paso del estrellato pero con una gran carrera en las historietas. En aquél momento donde no se sabe qué pasará.  A un salto entre la carrera y la leyenda. Los miedos cotidianos y la vida tienen su paso en el cómic. Trondheim refleja sus problemas en el desdoblamientoo de su personaje en múltiples personalidades que tiene conflictos unos con otros.Es un grado más arriba del exorcismo personal si se me pregunta. Junto a Trondheim veremos a diferentes miembros de l'Association y varios historietas reconocidos en Francia (en México dudo mucho se conozcan, varios yo tampoco los conozco).
     Fuera de la importancia del autor en sí mismo, el libro es genial para comprender esos demonios internos que persiguen a todo autor  cuando crea su obra. En algún momento son miles en uno luchando por destrozarse. Trondheim lo refleja de un gran modo sin dejar de mostrar la vida cotidiana. Esperemos las lunas se vuelvan a conjuntar y tengamos dinero para otro libro de fantagraphics dentro de no tanto.

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