Pollo con Ciruelas

Estoy enamorado de Marjane Satrapi. Creo más de la mitad de los colaboradores del sitio lo estamos, que somos nada más cuatro pero tres son más de la mitad. Es una mujer que tiene un gran talento, es hermosa y lucha por el reconocimiento y comprensión de su pueblo. No hay nada más perfecto, hasta podríamos decir es como protagonista de película. No, esperen; no podríamos, lo es. Su ascenso meteórico en el mundo de los cómics y al estrellato vino de la mano de su mundialmente conocida y aclamada Persépolis donde cuenta la historia de su vida durante los tumultuosos períodos de su nación Irán. El cómic ha tenido ventas monstruosas en todo el mundo y la película basada en él, en la cual también tuvo participación la autora, fue nominada al Oscar. Es innegable su talento.

     Aquí no hablaremos de Persépolis, lo dejaremos para más tarde. Hablaremos de una de sus obras poco conocidas, más cortas e igual de brillantes. Pollo con ciruelas o Poulet aux Plums en su idioma original es la historia de Nasser Ali Khan, pariente de Satrapi, que decide morir después de que se rompe su instrumento musical favorito y no encuentra otro con cuál reemplazarlo. Los últimos días son el cómic en sí mismo y las ideas que transitan por su mente mientras se acerca su ineludible muerte.
     Durante su larga agonía los recuerdos, su vida y confrontamientos irán surgiendo. Los viejos amores, la relación con su esposa, sus hijos, su hermano, estrellas exuberantes... todo esto se unirá para formar una hermosa anécdota en donde Marjane retrata muchas pasiones del humano vistas desde la mente de un hombre que ya no tiene por qué vivir. Como todas las historias que tratan de la agonía o mezclan fuertes cargas de simbolismo y visiones, Pollo con ciruelas no es fácil de analizar paso a paso (además de que sería taaan aburrido y mataría la historia el hacerlo) y solo puedo desear se refleje la belleza de la obra de Satrapi en mis palabras. Si Persépolis es un golpe a la política, lo social, el género y más, Pollo con Ciruelas es una carta de amor al arte, la nostalgia y las raíces de la familia.

   
     Las dos son en sobremedidas íntimas pero difieren en sus caminos, aunque convergen en varios puntos. Es una muestra de cómo La autora Iraní puede gravitar en diversos puntos en su obra sin perder su objetivo fundamental. Pollo con ciruelas es una historieta que no deben perderse. Dato curioso, la serie en el sitio de Todos amamos a Tezuka iba a ser originalmente Todos amamos a Marjane Satrapi pero al final no fue así. ¿La razón? Sólo yo tengo permitido amarla.