Siguiendo nuestro serie de Todos odiamos a Morrisson, que se contrapone a Todos amamos a Tezuka, decidimos tener un poco de lástima indirecta con el pelón escocés. Sucede que ha influido a muchos artistas y escritores. Varios de ellos han logrado hacer cosas meritorias por ellos mismos. Sin embargo, uno me parece lo ha superado y merece la pena hablar de él: Gerard Way. Con solo dos volúmenes de una serie ha mostraado ser más meritorio que Morrisson, al menos para mí y para fines de la controversia. Claro, ha ayudado mucho el trazo de Gabriel bá que personalmente me encanta.
Cantautor de una reconcida banda, Tuve que googlear para saber My chemical Romance no era la misma banda que Green Day, aquí solo nos concentramos en el cómic de Umbrella Academy donde Way nos muestra que no es solo un músico masivo sino un gran escritor de cómics. En otras palabras,se está pudriendo en dinero.
La médula de Umbrella Academy se centra alrededor de los seis "hijos" con superpoderes o talentos especiales de Reginald Hargreeves. En el pasado, fueron niños superhéroes pero ahora se han reunido por la muerte de su padre adoptivo. La vida de todos ellos tomó caminos muy diferentes. Deberán otra vez volver a actuar como equipo para salvar al mundo de una de las amenazas más grandes: su hermana. La premisa suena muy sencilla e incluso cliché pero veremos una deconstrucción de los héroes no del modo de Alan Moore, con cuantiosas violaciones, sino alrededor de los sentimientos y relaciones interpersonales. Un vigilante al modo Batman,un forzudo que posee cuerpo de gorila, un psíquico, una mujer con poderes vocales y un niño eternamente joven experto en todo tipo de arma y muerte. Fueron compañeros y hermanos y deberán encontrarse de nuevo. De esto trata el primer número y la interacción humana me recuerda mucho al excelente manejo de personajes que hace Mike Mignola en Hellboy. Es premeditado pero elegante en su ejecución.
El siguiente volumen, Dallas, Ahonda en el viaje en el tiempo del "hermano menor" y juega con múltiples paradojas, viajes en el tiempo y el asesinato de uno de los presidentes estadounidenses más famosos. Una total mezcla ecléctica como se puede observar. Sin embargo, aquí hay algo que Morrisson no logra alcanzar. Su discípulo tiene éxito al conjuntar estos elementos disímiles donde el escocés fallaría excepto por unas obras emblema que tiene. O tal vez es preferencia personal ya que las historias me recuerdan más en su trazo y ambiente a Mignola que a nadie. Todo esto es una excusa para invitarlos a leer Umbrella Academy que vale mucho la pena. Pero no deje engañar: seguimos odiando a Morrisson en Desde el globo. Buen día.
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