30.6.12

Serie de la tristeza: Seth

¿Ustedes creyeron me había olvidado de esta serie verdad? Bueno, pues sí; sí se me había olvidado la verdad. Pero ya regresamos. Culpemos de todo a Chris Ware como siempre y démosle continuidad a nuestra serie de la tristeza con el famoso autor canadiense, Seth. En realidad famoso en ciertos círculos, es muy probable ustedes no lo conozcan. Claro, si está en la serie de la tristeza ya saben a dónde se dirige su obra.


Proveniente de la helada Canadá, Seth es el autor de obras famosas como Wimbledon Green, George Sprott y otras donde se encuentra el mismo fenómeno que nos hemos encontrado recientemente en muchas obras: la tristeza. Podríamos, como ya hemos intentado en anteriores entradas de esta serie, intentara buscar el origen de la tristeza del autor en el clima de su país de origen, demonios es Canadá, pero quisiera concentrarme en algo la forma tan particular de spleen que resalta en toda la obra de Seth: la nostalgia y la construcción del pasado.
     Sea George Sprott, The Great northern brotherhood of canadian cartoonists o cualquier otra de sus obras siempre encontraremos que el autor se lanza a la nostalgia de un pasado que puede o no ser inexistente y en el que todo se consideraba más puro o al menos más sencillo. Los recuerdos de la niñez donde la parafernalia de los cómics o los juguetes era todo para uno. Siempre encontramos, aunque sea disfrazado, un desprecio en cierta medida al presente como si fuera algo indeseable y una alabanza a los viejos años. Pero incluso en ese pasado se encuentra que es una mera construcción personal y es muchas veces imperfecto a pesar de estar adornado del modo más barroco. De este modo, existe una nostalgia por el viejo pueblo y la emisora en George Sprott aunque al final se encuentra que Sprott no era una personalidad brillante o destaca o como todo el pasado de TGNBOCA es un simple constructo del narrador queriendo escapar o explicar algo. Seth nos muestra el pasado como algo avasallador y que está formado de imperfecciones y melancolía en sí mismo. Cómo incluso el pasado que buscamos rescatar no es perfecto. Toda su tristeza gira alrededor de ello.

Cosa extraña podrá parecer, entonces, que tenga gusto por este autor y no lo odie a diferencia de Chris Ware. Tal vez podramos encontrar esta explicación en el arte implícito de los dos. Mientras que Ware sólo usa la tristeza como un fin que siempre está calcado igual en sus obras, el canadiense la utiliza como un medio. Sí, en todas sus obras encontramos su particular forma de tristeza pero su "arte" historietísco varía mucho y se arriesga en sí mismo. Aunque se parece en gran medida también en el trazo en cierto modo a Ware (ciertas tonalidades y encuadres), Seth va mucho más allá y usa técnicas que nos pueden recordar a documentales o programas de televisión en su historia. Entevistas, encuadres de close up, largas tiras narrativas que fluyen alrededor de una imagen desolada... todo esto y más se puede encontrar en Seth además de historias que se elevan por sí mismas y son deliciosas. Wimbledon Green es una crítica pero también una alabanza a los coleccionistas de cómics, George Sprott es la historia de una emisora y un escondido pueblo canadiense que fue muriendo de a poco y The Great Canadian... es un deseo de una historia del cómic canadiense y un respeto por la historieta. Cada uno salta de la búsqueda de la  nostalgia y se construye por sí misma con muchos más elementos. Para nuestra suerte, Seth no sólo dice: "I have daddy issues" como Ware. Su tristeza es un medio, no un fin aunque a veces el autor nada más nos parezca un amargado.


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