4.9.12

Todos amamos a Tezuka: Dororo

Es el regreso de una de nuestras series más queridas: Todos amamos a Tezuka. Hoy veremos otro de sus mangas, Dororo. Situado en el Japón feudal, Dororo es una historia del género de la época samuraí en Japón. No totalmente fiel a la realidad pues este Japón en particular está lleno de monstruos, apariciones y ambiciosos terratenientes que desean gobernar todo el mundo...bueno, lo último no está tan alejado de la realidad. 
En Dororo, el padre del protagonista ofrece a su hijo a cambio del poder para poder conquistar a Japón. Como resultado, 48 partes del cuerpo de su hijo, que se terminará llamando Hyakkimaru, son robadas por demonios, lo cual lo deja como si fuera un horrible gusano gigante. Sin ninguna parte que lo distinga como humano. Su padre lo rechaza y un doctor lo adopta. 

Sin brazos ni piernas para defenderse, su padre adoptivo construye prótesis para que su hijo pueda vivir una vida normal. Lo más normal posible pues en poco tiempo se ve los espíritus lo persiguen y tendrá que tener una continua lucha contra ellos; para mantenerse vivo y para destruir a todos los demonios que lo persiguen. Durante su travesía se encuentra a un pequeño ladroncillo de nombre Dororo y los dos formarán un equipo que destruirá demonios y defenderá a la gente.
Dororo nos muestra la capacidad de Tezuka de mezclar acción, comedia, drama histórico e historia sobrenaturales todo en uno. Si bien en término de supremacía no se compara a otras obras suyas que hemos reseñado, la serie se ha convertido en algo de culto. Personalmente la serie es grandiosa pero su final abrupto consigue pierda muchos puntos ya conseguidos a lo largo de toda su historia. Sí, no es tan genial como Adolfo o Buddha pero Hyakkumaru y Dororo son carismáticos y la acción y drama manejado por el autor mantiene siempre su calidad. La técnica de Tezuka como siempre no tiene desperdicio y las batallas contra los demonios tienen acción pero no dejan de ser inteligentes. Es Tezuka pero intentado acercarse más a publicaciones como las de Shonen Jump. Por ello se siente un poco fuera de su terreno aunque es genial. La utilización de un samuraí que tiene espadas en vez de brazos da cabida para que el autor libere su potencial creativo en las peleas. Y las quejas de Dororo son perfectas. Vertical tiene un Omnibus de todo el manga. No dejen de comprarlo.




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