11.12.12

Palestina

Hay dos tiras de Mafalda que siempre recuerdo: En una de ellas el papá de Mafalda le pide que vea si el periódico que está en el sillón es el de hoy o el anterior. Mafalda le dice que las dos y se ve que el encabezado dice: "Nuevos choques entre palestinos y judíos". En la otra tira, Mafalda está pasando las noticias en el radio y cada estación le cambia: Primero oye algo de fútbol y dice "Puaj, Americano", Otro que habla de historia y dice "La pucha, historia" al final el noticiero habla de nuevas víctimas en choques en La Franja de Gaza, Mafalda dice: "Puaj, Tom y Jerry".

La realidad es que Palestina es de las zonas al punto de la guerra más controversiales y conocidas del mundo. El estira y afloja lleno de cadáveres, refugiados y atropellos por el gobierno Israelí y terroristas palestinos lleva años, muchos años siendo grave. Para nosotros es sólo Tom & Jerry o Los Looney Tunes religiosos (eso va a ofender a algunos) pero miles de vidas y casa se han perdido, otros cientos más están presos y varios genocidios y ataques terroristas han ocurrido a manos de los israelíes y palestinos. Lo que para nosotros es un juego, para ellos es una guerra de vida mucho más grande que sólo un individuo.
    Joe Sacco es el mejor cronista de cómics (lo siento Guy) en zonas allendes a nosotros. Ya antes habíamos hablado de una de sus obras, hoy veremos uno de sus trabajos más tempranos. Sus cómics alrededor de Palestina y la primera intifada. Ahora, haremos una aclaración. No apoyamos a ningún lado. Si fuéramos un sitio que busca un equilibrio les diríamos que no apoyamos a nadie y esperamos se llegue a una solución pacífica para todos pero somos unos varilles así que les diré: los dos lados son unos imbéciles.


Están llenos de extremistas y lavados del cerebro por los lados. Sí, se puede llegar a una solución pacífica pero lo importante es que dejen de ser unos mamavergas y vean que un mugroso puñado de tierra donde algo hizo un pinche hippie o dios vengativo o un wey que no podemos dibujar no significa nada ante la cantidad de sangre y daños a la humanidad que se han hecho ahí. EL HOMBRE NO ES LA TIERRA, NI SU HISTORIA SINO UNA REPRESENTACIÓN DE SU PERSONA QUE GUARDA A TODA LA HUMANIDAD EN SÍ MISMO. Gracias por su atención.

Y eso lo dijo Proust hijos de puta.

A todo ello, la obra de Sacco fue importantísima en los noventa para hacer comprender al conflicto entre las dos naciones. La media nada más trataba a los palestinos de terroristas rencorosos y él hizo ver que no lo eran sino víctimas que eran alejadas de la tierra que había pertenecido a su padre y abuelos. Sacco ayudó a ver esa parte que los noticieros siempre nos ocultan, a las personas. Estos cómic que fueron saliendo en serie con pequeñas historias (la que estamos reseñando es la compilación) cambiaron el ambiente de los cómics al darles el poder del periodismo.
     Lo sensacional es la diferencia frente a otras obras de Sacco. Esta obra de juventud tiene una transparencia que probablemente el mismo autor no notó. Trabajos más actuales ven a lo humano de nuevo pero desde un punto de vista más neutro y periodístico. Además el humor está presente y es jocoso sobre los personajes y sus oportunidades de vida ante el fin de la guerra o tragedias. El Sacco más joven es diferente.
    Tal vez podemos decir que es más sarcástico. Sus figuras son alargadas y casi una broma durante las historias en las que se burla de él mismo y el mundo del periodismo. los personajes son feos y su descripción parece más una broma que mal dibujo de Sacco. Me recuerdan una foto de AP donde un fotógrafo en vez de tomar la foto de un niño el cual estaba al borde de la muerte por un ataque retrocedió unos pasos y decidió captar a sus compañeros: decenas de ellos con lentes gigantescos tomando la foto del niño en el suelo lastimado. Todos con cara de leones y ninguno parecía dispuesto a ayudarlo. Terrible realidad.  
     Sin embargo conforme avanza el libros las figuras de Sacco dejan de tener ángulos raros y se ven más humanas, más llenas. Como si hubieran tomado forma al expresar su dolor. Yo creo que el mismo autor cambió al ver lo que estaba pasando en Palestina. Vaya, todavía dibuja a su persona horriblemente feo pero las demás personas ganan rasgos en la cara y sobre todo en los ojos. 
    Así, Palestina es un gran libro donde lo humano termina por resaltar: lo humano del autor, de la víctimas y del problema. Odio escribir estas palabras pero el libro es tristemente actual sobre todo en últimos movimientos en los que cierta persona con N usó el terror para garantizar una victoria próxima en las elecciones. No se lo pierdan. Y si usted es uno de los mayores mamavergas responsables del problema en la llamada Tierra Santa, por favor deje de mamar y solucione todo. Se lo suplico.

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