1.12.11

Fun home


Por alguna razón, siempre intento alejarme de lo llamado principal en la literatura o cómic y buscar lo más abandonado o novedoso; sin embargo, siempre parezco regresar a lo ya conocido o alabado. Probablemente sea miedo de mi parte; tal vez, no lo sé. Por lo pronto leí Fun Home de Alison Bechdel, un cómic alabado desde su publicación y hasta, nótese el hasta, reconocido por los odiados críticos literarios a los que les da por leer cómic de a ratos para recordar que son unos hijos de puta.

En fin, la historieta de Bechdel es otra adición más a la larga lista de cómics autobiográficos existentes en los cómics.Dicho con mayor normalidad, son un chingo. La gente ama hacer cómic autobiográfico: desde los rayos penales, sí, de penes, de Binky Brown hasta las cuatrocientas represiones sexuales de Chris Ware -Juro que a Ware le falta un simple empujón para que pase de artista reprimido a usar de máscara la cara de personas elegidas al azar en el metro- , todos buscan siempre usar su vida como punto de partida o material para su producción (que esta sea o no de calidad ya es materia de otra entrada en el futuro). A todo esto, ¿Qué separa a Bechdel en su historieta autobiográfica? ¿No es simplemente otro mamotreto, en sentido figurado, en el cual una persona busca ahorrarse una ida al psicoanalista (porque los hay, vaya que los hay)? Como cualquier ensayo o entrada de blog que usa este método aburrido de escritura que estoy usando, respondo en el siguiente párrafo la pregunta.


Bechdel nos cuenta su historia pero al mismo tiempo la de su familia. Todo es propulsado por la cuestionable muerte, ella dice fue suicidio, de su padre y cómo su madre le revela la homosexualidad escondida por él durante toda la vida. La autora desarrolla al mismo tiempo su propio descubrimiento como lesbiana y las numerosas intersecciones entre los dos. Los diversos capítulos elaboran retrospectivas del padre de Bechdel y su propio entendimiento de su vida y la relación con una figura paterna por momentos tan lejana y sin embargo paralela a ella. Dos personas tan parecidas mas las cuales nunca parecían tocarse; siempre líneas paralelas.

Lo sorprendete de Fun Home es la aparente frialdad de la autora durante la historia. No sólo a nivel historia sino de composición. Todo es preciso, cerebral. La misma narración es un reflejo de su vida y la relación tan extraña con su padre. A lo largo de los capítulos encontramos la influencia de diferentes autores literarios por todos los recovecos de la historia. Y mientras avanzamos la frialdad de la autora se va transformando a nuestros ojos, apreciamos la frialdad de la historia como una extensión de la disímila relación padre-hija. Mientras más se alejan, más cercanos estaban uno del otro. De la misma manera, cada capítulo presenta al padre de Bechdel comparado a una figura literaria (esto por las frecuentes lecturas de él y ella) como Wilde, Proust y Joyce entre otros.

El final es sorprendente a su vez. No encontramos la típica reconciliación de la autora con la figura de siempre al saberse parecidos sino una reflexión que nos obliga a regresar a la lectura del libro, a reconsiderar una relación extraña pero llena de muchos matices en donde todo el espectro sentimental es posible. En una lejana suposición, podría ser lo que hace resaltar a Fun home: al ilustrar la variedad de sentimientos hacia su padre la autora ha descrito toda relación hacia una figura paterna. Un prisma de sentimientos nunca pacífico.
Hago una injusticia, lo sé, al no dedicarlo más espacio o un ensayo completo a fun home aquí pero simplemente deseo recomendar la lectura del libro; nada más. Al ser un libro tan premiado y conocido, además, ya deben existir miles de análisis de él. Claro, primero hagan la lectura y luego pueden tomar su pipa, bata y devanear todos los mecanismos usados en la historieta.





1 comentario:

  1. Segunda pregunta para el concurso de envío de los libros! Cómo se llama el personaje superhéore/detective emblema de Will Eisner?

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