21.2.12

El invierno del dibujante

Al intentar elevar el cómic a una expresión artística siempre olvidamos que ya existe algo detrás que ayuda mucho a comprenderla. Nos referimos a la historia de la misma. Cada país posee la suya y personalidades reconocidas, sea Schultz, Vargas, Hergé u otro, dentro de ellas que ayudaron a moldear y darle vida y aliento a un movimiento incipiente (la invasión de la historieta en los medios impresos). Hoy en día son referentes al hablar del medio y son artistas a pesar de que nunca sabremos si estaban conscientes de ello cuando creaban. Para ellos era un trabajo, importante y que pagaba pero un trabajo a fin de cuentas. Los iniciadores siempre se vieron como obreros, tal vez habría que volver a pensar en ello.

Con esta historia detrás en mente Paco Roca, famoso creador español responsable por la célebre Arrugas, decidió rememorar un pedazo importante de la historieta española y presentarnos la legendaria escisión de varios dibujantes de la editorial imperante en España en ese entonces, Bruguera, y su corta pero importante colaboración con la revista Tío Vivo. Usando un juego de tiempo, la historia adelante y regresa a diferentes años, siempre teniendo como eje la historia de los dibujantes que dejaron Bruguera para fundar Tío Vivo. Siempre se nos presentan como un grupo que luchará por los derechos de sus personajes y la paga digna. Sin embargo, al final fracasan; una lucha perdida antes sus ojos pero el autor nos deja ver cómo sobrevivieron, al menos para nosotros. Formaron una huella indeleble en la historia del cómic de su país. Paco Roca rescata esta importante pieza de su historia, una roca lanzada al presente, y que busca moldear un poco el futuro, desde el pasado.

La obra no decepciona pues su calidad es alta pero se está reseñando por una razón: la historia. Si uno desea avanzar al presente siempre debe de voltear al pasado. Rompiendo el tono de esta reseña, creo que la explosión de calidad vista en el cómic en Estados Unidos durante estos últimos años, no me refiero a las grandes compañías claro, se debe a que se han dado cuenta de la importancia del pasado desde el punto de vista creativo y editorial. La recolecciones de viejas series como Gasoline Alley, Terry and the pirates, Peanuts y otros ayudan a moldear a los nuevos talentos que vendrán a futuro. La historia no solo debe ser contada sino mostrada. En México, mi ejemplo más cercano, la historia está excelentemente contada por Aurreocoechea pero a veces se extraña que se demuestre. El ejemplo ya ha empezado en ciertos libros pero debemos recuperar tantos artistas y obras hechas durante nuestra época de oro del cómic mexicano. No sólo recordar los nombres sino apreciar la técnica de sus creadores. En el caso de España, la excelente obra de Roca, estoy seguro, impulsará el conocimiento de obras y creadores a veces ignorados.

1 comentario:

  1. Para el concurso de las siete mil visitas, Octava pregunta: ¿Cuál es el nombre del perro de Tintín?

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