Tal vez nos perdimos un poco pero este apunte teórico debería ser el número IV y no el III. El III sería el ensayo que se subió hace unos días de Abel Quezada en el cual se intentaba explicar la naturaleza de la suplementación y complementación dentro de una secuencia (de este modo se puede saber qué es un cómic y qué es solo un texto acompañado de imágenes). Claro, para el ojo común esto de suplemento y complemento no es sino una tontería para algo que ellos ven normal. Decidí, por ello, tratar en un pequeño apunte teórico sobre la difícil innovación en el cómic. Advertidos están. Comienza el apunte teórico.
Cuando se habla de innovación y vanguardia siempre vienen a nuestra mente los mismos autores: Deschamps, Picasso, Dalí, Buñuel y muchos más. Todos ellos aportaron un nuevo modo de apreciar y tomar dentro del arte la percepción de distintos elementos. Definir la aportación de cada uno de ellos, sin embargo, sería largo y nos alejaría del punto. Sólo queremos señalar cómo en otras artes la innovación siempre es reconocida y recordada como tal; es fácilmente identificable. Los poemas gráficos, los ready-made y el cubismo son vanguardistas desde un punto de vista formal, es innegable negarlo. Para nuestra mala suerte, el cómic parece no ser un participante tan activo en esto. No por falta de intentos, claro.
Para comprender la dificultad de innovar per se en la historieta debemos recordar que el elemento fundamental de ésta es la secuencia. Con esto, la relación da cabida libre a que miles de elementos puedan jugar dentro del cómic: sea foto, letra, dibujo, película, gif o incluso el texto paralelo que encontramos hoy en día en los webcómics (si se deja el puntero el suficiente tiempo en el cómic veremos que un texto sale de la misma y puede influir en toda la obra). Lo único que necesitamos es una relación de dos elementos que nos dará como resultado una secuencia; lo demás pasará tal vez por innovación al ojo pero sería por pequeños momentos y después nos parecería algo normal. Es por ello que en el cómic la innovación normalmente no es notada o no pasa como algo preponderante. En el apunte anterior hablamos de secuencia dentro de una misma imagen o una secuencia dada no por viñetas sino por otros elementos. No nos parece novedoso a pesar de que esté cambiado el aspecto formal que conocemos de la historieta. El paso del tiempo nos permite formar una narración usando todos estos elementos y da como resultado una sensación de normalidad. Una innovación desde ese punto de vista no nos asusta. No elevaremos al grado de Vanguardista a quien lo haga.
En esta imagen de Maus podemos ver que, si analizamos demasiado, la proporción de secuencias son palabras que no siempre son acompañadas por imágenes pero, y respondiendo a lo anterior, la innovación (si es que lo es) se pierde por la naturalidad dada por la misma secuencia. Del mismo modo podríamos seguir con miles de ejemplos: desde Watchmen y Frizt the cat hasta Persépolis y Binky Brown. La innovación de forma en el cómic es difícil de detectar pues la secuencia es muy homogénea y heterogénea al mismo tiempo.Acepta multitud de fenómenos pero no parece ser alterada grandemente por éstos. Tal vez por ello es tan privilegiada la escisión estúpida de cómic y novela gráfica (algún día especificaré por qué es lo mismo); la innovación de tema y extensión, tontería, es difícil de objetar a primera vista y nos permite tener innovadores.
De esta manera, la secuencia afecta los elementos más disímiles y permite mantener un flujo narrativo confiable y secular a nuestros ojos. Tendríamos que analizar hasta dónde llega la secuencia en este modo de incluir diferentes elementos en sí. Todavía tengo reserva, en un modo personal, de aceptar que podamos llamar cómic a dos elementos atribuidos de tercera dimensión relacionados entre sí como dos esculturas, por ejemplo, pero podemos aceptar que éstas dos podrían estar en secuencia y darían una nueva obra que contendría a las dos esculturas pero no serían las mismas. Y no nos tardaríamos en encontrarlo normal. No habrá sino que dirigirnos a una exposición de un museo para comprobar esto. Lo dicho, la innovación en el cómic es difícil por lo cerrado y laxo que es al mismo tiempo. Claro, nos referimos al aspecto secuencial Los elementos componentes de la relación podrán ser tan complicados como ellos quieran pero estaríamos en otro nivel.
Termina el apunte,que transpiró más a reflexión, teórico.
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