Esta botella no es veneno,
es el whisky del editor.
Papi necesita su alcohol.
Con casi la misma antigüedad que el género de superhéroes, el género negro, o noir, goza de una larga carrera y muchos protagonistas. En ella, se mezclan los policías, detectives y villanos, cada uno con su historia, carisma y gran carga de violencia. Con el tiempo y la lectura de varias historietas, el género se vuelve cansado porque parece no tener innovación y el mismo tratamiento de siempre. El malo más que malo que el diablo, la policía inepta, el detective duro y antiheroico que huele a Humprey Bogart...todo es lo mismo. Pero hay sorpresas, Blacksad de Díaz Canales y Guarnido es una de ellas.
Blacksad es un detective en un mundo donde los animales son antropomorfizados, tienen características humanas además de caminar en dos patas, y hacen la labor de cualquier persona día a día. En este mundo se desvelan crímenes, personas que necesitan protección y los misterios más variados. Con la ayuda de un confiable ayudante, algo ya común en la escena del antihéroe, resolverá todos los misterios de la manera que siempre lo hace el detective en la historieta Noir, sucia y efectiva.
Ahora, el tema no puede parecer novedoso pero los creadores no se amedrentan ante ello y logran salir avantes. La calidad de la historia, los tejidos interpersonales y los grandioso dibujos contribuyen a que si bien conocemos bien las historias y su final probable, las disfrutemos enormemente. Se sabe quién morirá o traicionará a nuestro protagonista, eso es, si tienes un poco de conocimiento e intuición, pero no es causa de desagrado, el tratamiento es genial. No es necesario una nueva historia o intentar usar un giro de tuerca. Blacksad es cinematográfico, personal o de acción vertiginosa según se necesite, todo ello acorde con el conocido género detectivesco pero nada que cause enojo o apatía. Si un experto lo lee, verá que el género sigue vivo, y de qué manera; si lo ve un neófito, lo disfrutará inmensamente.
Nos gustaría reseñar todos los tomos pero al ser cómic francés es difícil y caro de procurar sus tomos, pero si logran poner sus manos en un tomo de la historia no duden en leerla, les encantará. En fin, esta entrada no es para causar lástima de que en la redacción nunca tenemos dinero para comprar cómics. Si me permiten debo correr, No vaya a ser que Raúl y Pancho ya estén muertos después de tomarse el kool aid envenenado.
P.D. Se acerca el final de nuestra convocatoria para buscar nuevos colaboradores. No olvides enviar tu texto donde reseñes un cómic, manga o bandé desineé a desdelglobo@gmail.com . Esperamos sus trabajos.
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