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Los astros se han conjuntado y ahora hacemos otra reseña de un autor importantísimo para Japón: Shigeru Mizuki. Con su serie Ge ge no Kitarô ha sido reconocido por todo su país y se le considera una gran influencia. Su obsesión con los espíritus japoneses, llamados Yokai generalmente, lo ha hecho volverse un referente cultural y ha aparecido en gran cantidad de lugares. Vaya, muchos de los imaginarios populares ya se refieren a él más que a libros. Si Ozamu Tezuka es el dios del manga, Mizuki es el Señor Yokai. Una especie de Rey Enma, gobernante del infierno en tradición religiosa, del manga.
Ya con tanto éxito a sus espaldas, Mizuki se lanzó a una recolección de sus recuerdos y cómo se interesó tanto en lo sobrenatural por medio de su obra NonNonba. El título hace referencia a una anciana que acompañó a Shigeru durante bueno parte de su niñez y le platicó a todo momento del mundo espiritual en Japón y lo interesó en todos los demonios que pululan el imaginario y, por qué no, la realidad.
El nombre de NonNonba dado a la anciana viene de su oficio. Se les conoce como NonNonSan a los que realizan rezos y ceremonias por las personas y buscan una gratitud por ello. Al combinarlo con Obasan, abuela o mujer anciana, queda NonNonba. La mujer juega una parte fundamental en la obra no sólo como enciclopedia viviente de espectros sino que ayuda a Shigeru a crecer. En un universo donde los monstruos ocupan gran parte de su pensamiento, el pequeño Mizuki debe entender los diferentes problemas que tiene un niño además, como los primeros amores y la difícil realidad del mundo. Es una anécdota del crecer condimentada de miles de monstruos sobrenaturales y una anciana sabia. Todo ello es un origen de cómo nació el artista Yokai actual más grande de todo Japón.
El dibujo de Mizuki es grato y exquisito además de que se puede notar el cambio del mismo cuando dibuja a los humanos y cuando dibuja a los Yokais. Su modo de dibujar es reconocido e incluso, si uno ha leído mucho manga, recordará cómo a veces ha sido parodiado en otros mangas. Hasta su pueblo natal posee esculturas en bronce de sus personajes. NonNonba es una manera excelente de conocer a este legendario autor y dar una mirada al rico panteón de monstruos japoneses, no son solo tentáculos pornográficos.
Por último, en Japón la época de los espectros y los aparecidos no es en octubre o noviembre. Es en verano, justo cuando hay más calor...como ahora. Así que, tenga cuidado. La lectura de esta obra puede que atraiga lectores curiosos, aquéllos que leen detrás de sus espaldas y son terroríficos. Suerte.
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