9.1.13

Chancho Cero. O de como un puerco salva el día (sin terminar como carnitas).

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Cualquier parecido entre el "moco" Soto y los redactores de Desde el Globo no es mera coincidencia

Hablaré de una mala historieta. Así es, creo que chancho cero es una mala historieta, es como poner en papel una sarta de disparates de un conjunto de post-adolescentes ociosos que sólo piensan en lo patética que es la escuela y prolongar su vida escolar con el único propósito de seguir echando desmadre. Naturalmente me gusto.

Chancho Cero fue una tira cómica creada por Pedro Peirano (tal vez lo reconozcan por ser creador, director y Tulio Triviño en 31 minutos) publicada en el diario el mercurio, allá por año 2000 en la lejana Chile (cuna de Condorito, la banda “los tres” y Pablo Neruda)Ganó un premio  y fue blanco de ataques y quejas de todo tipo de asociaciones, desde las religiosas, las moralistas, las escolares, culturales y sólo faltaron las de defensa animal; con esto no quiero hacer ver lo controversial que puede ser, sino los temas que ha tratado y con el poco respeto y cuidado que lo ha hecho.

¿De qué va? Pues muy sencillo: Relata las desventuras de los alumnos de la Escuela de Lobotomía de la universidad Nacional. El protagonista es Manuel “el moco” Soto presidente de la asociación de alumnos y un “fósil” en casi toda la extensión de la palabra, que debe enfrentarse a las maquinaciones del Dr. Avellana, decano de la escuela de Lobotomía cuyo principal interés es extraer la mayor plata posible del erario (o de
donde se pueda) y además esta el “Chancho” que es un cerdo que sólo sabe decir “oink” pero que tiene una mente retorcida como su cola y Maquiavélica como... Maquiavelo.
 
El chancho haciendo su macabro baile de la victoria.

La historia comienza cuando “el moco” Soto, cansado de la deprimente situación académica de la escuela de lobotomía decide que deben sobresalir en los deportes, desafortunadamente el equipo deportivo de lobotomía: “los famélicos” hace honor a su nombre y están siendo apabullados por los “bien nutridos” de la escuela de economía económica, en eso aparece el “chancho” recién escapado de un granjero y anota todos los goles de “los famélicos” dándoles su primer triunfo, pero surge un problema: para validar el juego el “chancho” debe ser alumno de lobotomía, sin perder el tiempo “el moco” Soto y compañía se dedican conseguir que los profesores admitan al cerdo en sus clases y además le dan clases extramuros para ayudarle a pasar los exámenes. Resultado: el cerdo obtiene las calificaciones más altas de toda la escuela y es aceptado como alumno, pero el éxito se le sube a la cabeza y se lanza como candidato a presidente de la asociación de alumnos traicionando a su mentor “el moco”, luego se asocia con Avellana y corrompen las elecciones (si, justo como en la anterior elección presidencial, así mero) Al final las calificaciones de “Chancho” le ganan una beca para estudiar en Estaduos Unidous. Pero eso fue sólo el primer capítulo de los cuatro que contiene el libro.

En el segundo capítulo (mi favorito) los alumnos de lobotomía se deben enfrentar al sistema para que les restituyan el expendio de licores que había en su facultad y que fue removido con motivo de hacer ver la escuela más o menos “decente” para la grabación de un comercial. Al ser asquerosamente reprimidos por el ejercito buscan ayuda del Chancho que ha regresado de Estados Unidos (lo deportaron por sus peligrosas ideas políticas) y se dedica a lavar cerebros y carteras siendo líder de un culto tipo “pare de sufrir”.

una licorería en medio de la Universidad ¡que gran idea!

En el tercer capítulo “el moco” Soto se hace novio de una estudiante de intercambio de estados unidos y consigue una beca para todos los alumnos de la escuela de lobotomía y se van al gabacho a estudiar, pero es sólo una fachada porque en realidad se dirigen a... la llamaré “universidad ovina” (quien haya visto los Simpsons cuando Liza se hace vegetariana reconocerá la referencia) y deben ser rescatados por el Chancho y Avellana en persona.

En la ultima historia del libro recopilatorio de «Chancho Cero» la escuela de lobotomía se mete en problemas con los religiosos mercantilistas que han tomado el poder y su escuela es destruida por la mano de dios, la humanidad está contenta por la desaparición de la escuela de lobotomía, pero las autoridades educativas chilenas no pueden dejar sin lugar de estudio a los alumnos, así que hacen la peor decisión de la historia cultural chilena: le ceden a la escuela de Lobotomía la rectoría de la la Isla Negra, y en menos de tres patadas Avellana y los alumnos inauguran “Nerudalandia” donde se pueden comprar odas de chocolate, botellas muy raras y convivir con los más famosos personajes del poeta: “Machu” y “Pichu”.

La poeta ganadora del Nobel hace una aparición especial en la historieta.
Un plus que tiene el libro son las secciones entre capítulos que son francamente mal hechas, bien planeadas y divertidas. Corresponden a el periódico mural, un privado de los baños, organigrama, mapa y plan de estudio de la escuela de lobotomía, además del evangelio de San Palurdo (muy importante para la comprensión del ultimo capítulo [y me recuerda al evangelio de San Madalaifas que hice con mis camaradas de la preparatoria]) Todas esas secciones en su conjunto se parecen bastante a los folders escolares llenos de chistes gráficos que venden en algunas escuelas y al garabateo de las hojas finales del cuaderno de una clase aburrida. Justo creo que ahí radica el encanto de chancho cero, es una historieta como salida de una mente colegial, irresponsable, poco seria y de tema completamente colegial. ¿Es divertida? Lo es, ¿es grotesca? no tanto como Crumb pero lo suficiente para ser divertido sin tanto dolor de cabeza, ¿es misógina? pues si, algo, pero se puede tomar con humor. Muchos de los tópicos y bromas son completamente aplicables a cualquier escuela de nivel medio superior o superior, incluyendo las novatadas, la mala alimentación, las fotocopias y exageraciones respecto a profesores, edificio y materias, de tal forma que al terminar de leerse cualquiera podría decir “yo lo haría mejor” o “mis comics escolares eran más chidos” y creo que es otra cosa que más me gusta del Chancho: en un franco promotor del cultivo y explotación de la historieta colegial (que de inicio siempre son malas, pero buenas).


Nota 1: Al realizar este artículo, el autor releyó tres veces el chancho cero y no se aburrió.
Nota 2: El autor del artículo espera que como él, varios lectores se pongan a buscar sus historietas y caricaturas hechas en clase.
Nota 3: Debido a la lobotomía y exposición prolongada a la historieta, el redactor volvió a sus años colegiales y publico el artículo sin revisar y sin aprobar, como en los viejos tiempos.

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