16.1.12

El Terror de Junji Ito


En el cómic también ha florecido el género del terror. Existen una gran cantidad de cómics que tratan el tema de lo siniestro en cualquier presentación: historias de fantasmas, monstruos, extraterrestres, y cualquier otra clase de terror misterioso o sobrenatural.


Junji Ito es un escritor de terror extraordinario. Pocas veces uno se puede encontrar con un autor, en cualquier medio artístico, cuyas obras tienen tanta originalidad y sorpresa. Mezclando la cotidianeidad con lo sobrenatural, Ito nos cuenta historias que nos aterran y nos fascinan, demostrándonos que el terror puede existir en cualquier aspecto de la vida diaria, incluso en pequeñísimos detalles.

Los argumentos de sus historias son sencillos, y me recuerdan un poco a los argumentos de las historias del maestro del terror H.P. Lovecraft: el protagonista de la historia lleva una existencia bastante común y de pronto se ve envuelto en una serie de eventos sobrenaturales que terminan por desquiciarlo.
Al igual que en las historias de Lovecraft, el protagonista de la historia descubre aspectos del mundo que los seres humanos no deberíamos de conocer, se enfrenta a fuerzas sobrenaturales que van más allá de su comprensión y, generalmente, termina perdiendo la razón y la vida.


Fuera de las tramas simples, un aspecto que define bastante la obra de Junji Ito son sus dibujos. Las expresiones de los personajes son bastante detalladas, principalmente al momento de expresar terror, horror, pavor, miedo, pánico, o completa locura. Pero lo más impresionante de los dibujos de Ito es lo bien que dibuja criaturas y seres grotescos que conviven a la par de los protagonistas humanos. Seres que no deberían de existir y que, eventualmente, causan la muerte o locura inmediata a quienes los conocen.



La primera historia de Junji Ito que leí fue una colección de historias de Tomie, quizá el personaje más famoso del mangaka. Las historias nos hablan del espíritu inmortal y vengativo de una adolescente que, con su belleza, lleva a la locura y a la muerte a los hombres que de ella se enamora. Como la Rubí de Yolanda Vargas Dulché, pero en japonés y con deformidades grotescas.

Recomiendo ampliamente revisar la obra de Junji Ito. Considero que sus esfuerzos en hacer interesantes historias de terror son bastante buenos, si acaso a veces parecen ser repetitivos los temas (la muerte y la locura, principalmente).



Ah, y si piensan leer Uzumaki, háganlo en un lugar en el que no haya espirales cerca. Y evítenlas por un buen rato. Confíen en mi.

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